¿Qué hábito te gustaría cambiar?
Te cuento la clave más importante para que el cambio se integre en tu vida.
Todos tenemos hábitos que nos gustaría cambiar por otros más saludables.
El cambio de hábitos es un tema que tratamos tanto en la formación de Cocina vegetariana y saludable como en la de Asesor/a en Nutrición Emocional y Alimentación Consciente, y en ambas nos proponemos al inicio del curso metas que tienen que ver con ellos.
Alimentarnos mejor, comer más en casa y cocinarnos más, estar más presente con nuestros hijos, usar menos el móvil, irnos a la cama más temprano, dejar de fumar, leer más, aprender algo nuevo cada día, hacer ejercicio, dejar de comer emocionalmente…
Los temas se repiten, pero para cada persona el hábito responde a una necesidad diferente, y hallar cuál es esa necesidad es una de las claves a la hora de cambiar un hábito o introducir uno nuevo. Por ejemplo, para algunas personas la comida emocional es una manera de tapar la ansiedad, mientras que para otras es una manera de evitar el aburrimiento.
Aunque hay muchas estrategias para evitar ciertos hábitos nocivos. Por ejemplo, si el hábito es que comemos muchas galletas azucaradas, evitamos comprarlas y las sustituimos por dátiles u otro alimento que nos guste. O si queremos introducir más fruta en nuestra dieta, en lugar de guardarla en la nevera, nos la dejamos en un bol en la encimera para tenerla a la vista.
Sin embargo, hoy no quiero hablarte de estas estrategias, que quizá ya conozcas, sino de algo que considero mucho más esencial y que te ayudará no solo con el hábito nocivo en concreto sino con tu proceso de autoconocimiento.
Ese algo es la consciencia. Comprender de dónde vienen los hábitos y lo que significan, en general, pero sobre todo para ti, en tu caso único e irrepetible, como cada persona es única e irrepetible.
Los hábitos vienen de un deseo de recuperar nuestro estado natural de paz y bienestar. Son estrategias que desarrollamos en un momento de nuestra vida y que nos sirvieron mucho en ese momento: fueron lo mejor que pudimos hacer. Sin embargo, puede que ahora ya no nos estén sirviendo.
Esas estrategias las creamos tiempo atrás, cuando teníamos menos comprensión y herramientas. Pueden ser estrategias muy antiguas que nos acompañan durante toda nuestra vida si no las revisamos.
Revisarlas implica descubrir a qué necesidad profunda responden o qué emoción incómoda están tapando. Para ello no sirve buscar una alternativa o distracción. Tenemos que estar presentes con la voz interior y observarla sin emitir juicios ni resistirnos a ella, con curiosidad y compasión.
Un hábito que me gustaría que estuviera más presente en mi vida: leer. Cuando dejo de hacerlo durante una temporada, me olvido de lo mucho que me llena, pero en cuanto cojo un buen libro recuerdo lo maravilloso que es. Y tú, ¿lees tanto como te gustaría?
La próxima vez que sientas el deseo irrefrenable que realizar ese hábito nocivo, simplemente párate a sentirlo. No necesitas más que diez minutos de atención plena, sin distracciones. Siéntate y observa.
Sé consciente de que la voz interior que te empuja a ello no es tu voz. Es la voz de una parte de ti, a menudo una parte más joven y puede que atascada en el pasado, que fue cuando desarrolló ese hábito para protegerte de algún dolor, sobrellevar la ansiedad o algún otro motivo que tiene mucho sentido para ella. Observa y, si puedes, establece una relación con esa parte de ti. Una relación que venga de la curiosidad y de la compasión.
A menudo descubrirás otra voz, que es la voz de la parte crítica que desearía que no realizaras ese hábito. Esa parte crítica suele juzgar duramente, pero también tiene buenas intenciones: querría que soltásemos ese hábito para sentirnos mejor.
Con diez minutos de atención plena puede que observes estas dinámicas o puede que tu experiencia sea completamente distinta. Nadie sabe mejor que tú lo que pasa en tu interior, ni lo que es bueno para ti, pero para poder saber sobre ti misma es indispensable que te escuches.
Lo que no quieres es resistirte a la voz adictiva con argumentos ni con críticas. Eso no funciona y neurológicamente tiene el efecto de reforzar aún más la conexión entre la compulsión y el hábito.
En lugar de luchar contra la voz interior, prueba a observarla e incluso intentar entenderla, pero siempre mirando si dentro de ti hay genuina curiosidad y compasión. Si lo haces desde un lugar de juicio, frustración, dolor o miedo, no funcionará.
Algo que también ayuda mucho a liberarnos de estas dinámicas es darnos cuenta de que las voces adictivas y críticas no son nuestra esencia y, por tanto, no pueden obligarnos a hacer nada. Nuestra esencia es calma, creativa, valiente, curiosa, compasiva… Y nada ni nadie puede herirla. Esto lo saben todas las grandes corrientes espirituales del mundo y lo está descubriendo y aplicando la psicología moderna, verificando la comprensión de los maestros de épocas pretéritas.
Las voces en nuestro interior son como pasajeros en un coche que estamos conduciendo. Pueden hablar muy alto y ser desagradables e insistentes, pero no tienen el volante ni los pedales. Nosotros decidimos, siempre, si queremos hacerles caso o no.
Y otra comprensión muy transformadora es saber que cuando prestamos atención a nuestro interior (con esos 10 minutos de mindfulness lo vas a notar), las voces pierden fuerza. Aunque parezca que solo si realizamos ese hábito van a dejarnos tranquilas, en realidad no es así: solo observándolas y sintiéndolas es como van a bajar el volumen.
En el último artículo en mi blog te hablo más en detalle de todo esto y te comparto algunas nuevas comprensiones y estrategias si lo que buscas este nuevo año académico es cambiar de hábitos:
Cambiar de hábitos desde la consciencia
Espero que te sirva y que te proporcione una visión más amorosa sobre tu sistema interno. Aunque los hábitos se pueden cambiar de muchas maneras, en mi experiencia en consulta y en clase he visto que la mejor es usando la consciencia.
No solo cambiaremos ese hábito, sino que nos proporcionará una comprensión profunda de quiénes somos en realidad, y eso significa más libertad, más coherencia y más amor.
Cuidar de un pequeño huerto: un hábito que me acompaña desde hace años, incluso cuando he vivido en pisos que solo tenían un pequeño balcón. No hace falta mucho tiempo ni dinero para tener unas pocas hierbas aromáticas que hacen una enorme diferencia en tu cocina. Además, el acto de cuidar de las plantas es sanador.
Y si quieres hacer este cambio de hábitos acompañada, te invito a que conozcas mis formaciones de Cocina vegetariana y saludable y de Asesor/a en Nutrición Emocional y Alimentación Consciente.
En Cocina vegetariana y saludable nos centramos más en el cambio de hábitos relacionado con la alimentación: cómo comer más vegetal e integral, evitando los alimentos altos en grasas saturadas, azúcar y sal e integrando diversos grupos de alimentos de todos los colores, ricos en antioxidantes y con numerosas propiedades medicinales. Sin embargo, en todas las promociones veo que un cambio en la alimentación viene de la mano de un cambio en muchas áreas de nuestra vida. Si cambiamos una sola cosa, todo nuestro sistema cambia.
En Asesor/a en NEAC el cambio suele ser mucho más global. Trabajamos con todos nuestros cuerpos, observando la alimentación, las emociones, nuestros pensamientos (incluidas esas voces interiores), y nuestros cuerpos energético y espiritual, especialmente nuestro sentido del propósito y otras necesidades profundas.
¿Te interesa? Escríbeme!
Un abrazo,
Aroa