¿Qué prepararías si Dios se sentara a la mesa?
Me entrevista Irene Nehri de Mujer 360 y hablamos de un montón de cosas, entre ellas nuestra relación con la alimentación.
“¿Qué comes habitualmente?”
Es una pregunta que hago en todas las formaciones y consultas y no deja de sorprenderme la respuesta que me da mucha gente.
“Cualquier cosa”, “lo que tengo a mano”. Y cualquier cosa no suele ser ni saludable ni nutritiva emocionalmente.
Nos damos de comer “cualquier cosa” porque no somos conscientes de lo importante que es la comida para nuestra salud, pero sobre todo porque no nos damos importancia a nosotras mismas.
Para mí la comida es un acto de amor. Hacia los demás, cuando cocino para otros, pero sobre todo hacia mí misma, porque quien más se sienta a la mesa conmigo soy yo.
Otra pregunta que encadeno con esta es, “¿Qué prepararías si Dios se sentara a la mesa?”
Lo mejor, ¿no? La mejor comida, preparada con el mayor esmero. Como si fuera un día especial, el más especial.
Pero todos los días son días especiales, y Dios eres tú. Y Dios es también todos los que se sientan a la mesa contigo.
Así que, ¿por qué no dar lo mejor de nosotras cada día? ¿Por qué no preparar con amor cada comida que hagamos? (No tienen por qué ser manjares que llevan horas de preparación: las comidas sencillas también pueden prepararse con amor).
Si no tenemos tiempo para cocinar con amor, habría que preguntarse, ¿qué me está cogiendo tanto tiempo que no puedo dedicarme media hora o una hora a cuidarme?
Porque cocinar es cuidarnos, a nivel físico, emocional, energético, espiritual…
Si lo que hacemos en nuestro día a día es tan exigente que no tenemos tiempo para cuidarnos, tarde o temprano vamos a caer enfermas. Física o mentalmente. El autocuidado es un indispensable, porque si no cuidamos de nosotras, ¿cómo vamos a dar nada a nadie más?
Otra pregunta que hago habitualmente es “¿Qué haces cada día que te hace feliz?”
Y la respuesta, de nuevo, me sorprende. Hay quien ni siquiera sabe lo que le hace feliz. Otras personas dejaron de hacerlo hace años y ahora no tienen tiempo para ello.
No se trata de hacer cosas grandes cada día. Un café al sol o a la sombra de un árbol, leer un libro, pasear por nuestro rincón preferido, ir a la montaña, escuchar música… Todo esto alimenta a nuestro cuerpo emocional y a nuestra alma.
¿Para qué otra cosa vivimos? ¿De qué sirve la productividad si no podemos disfrutar de la vida? ¿A dónde queremos llegar tan deprisa? Son preguntas profundas que nos ayudan a revisar qué tipo de vida queremos.
Hace unas semanas me entrevistó Irene Nehri, de Mujer 360, y tuvimos una preciosa conversación sobre estos temas y muchos más. Me encantó estar en su programa y dialogar con ella sobre estas cuestiones que me tocan tan de cerca.
Si te apetece escucharnos, te dejo aquí el vídeo:
¿ALIMENTAS TODOS TUS CUERPOS? APRENDE A HACERLO. I Nutrición emocional con Aroa Fernández
En el vídeo hablamos también de alimentación consciente y cómo la culpa queda totalmente fuera de la ecuación.
La culpabilidad que sentimos en torno a la comida es muy dañina y nos hace más daño que la comida en sí. Si la comida es un acto de amor, deberíamos tomar plena consciencia de ella y flexibilizarnos. Puede que estemos intentando adelgazar o comer mejor para tratar alguna enfermedad, pero si cuando comemos “mal” nos castigamos, solo estamos echando leña al fuego.
Un cambio de dieta radical funciona bien para algunas personas, pero para muchas otras se vuelve muy difícil. Tenemos que ser extraordinariamente suaves con nosotras mismas, como si estuviéramos tratando con nuestra mejor amiga, y darnos amor cuando comamos algo de lo que solíamos comer que sabemos que no nos hace bien, porque todo es un proceso. Paso a paso llegas a donde quieres llegar. Empieza pequeño, sé amable contigo misma.
La culpa y la exigencia hacen que nos acerquemos a la comida con miedo, temerosas de “caer en la tentación” o de fallar en nuestros propósitos. En vez de eso te invito a que observes lo que comes y por qué lo comes, encuentres las necesidades profundas de tu alimentación y te des lo que necesitas realmente. Mucha del hambre que tenemos es emocional y es lo que nos conduce a comer esos alimentos poco saludables que nos gustaría evitar, así que si sientes hambre emocional, te invito a que la utilices como una señal para prestarte atención. ¿Qué hay dentro de ti que te está causando incomodidad o dolor y que quieres tapar con la comida? Dale un poco de atención y verás que la necesidad de alimentarte emocionalmente disminuye.
Y la última pregunta que te lanzo hoy, otra que hago mucho, “¿De verdad quieres hacer ese cambio?”
Porque muchas personas vienen a clase o a consulta teniendo un objetivo que en realidad no están dispuestas a cumplir. Porque todo objetivo tiene su proceso y a menudo es un proceso arduo. Tienes que estar totalmente convencida de que quieres atravesarlo y tienes que hacerlo por ti misma, no para contentar a los demás o para hacer lo que se supone que tienes que hacer. Tiene que partir del amor hacia ti misma.
Y si no viene de ahí y si no estás dispuesta a atravesar ahora ese proceso, está bien. No hay culpa en ello. Solo hay consciencia.
Puede que no sea tu momento. Puede que haya cosas que requieren tu atención ahora y comer mejor o dejar de fumar o empezar a meditar no es una de ellas. Préstate atención. Solo tú sabes lo que necesitas en este momento.
Clase de cocina para la microbiota con mis chicas de Asesor/a en Nutrición Emocional y Alimentación Consciente. Súper feliz de tener alumnas como ellas y a Julia Gomariz ayudándome en la cocina. Estoy rodeada de bendiciones.
¿Sientes que este es el momento?
Si la respuesta es sí, quizá una de las tres formaciones que hago sea lo que buscas.
El curso de Iniciación a la Cocina vegetariana y saludable es un curso de cinco meses 100% práctico en el que aprendemos metiendo las manos en la masa. Está pensado para aportarte recetas nuevas, sabrosas y saludables, para tu día a día y para ocasiones más especiales.
La formación anual de Cocina vegetariana y saludable es para, además de aprender recetas, integrar también todos los conocimientos esenciales para tener una buena nutrición, tanto desde la nutrición orgánica como desde la alimentación energética. En la formación acompañamos el proceso personal en el cambio de hábitos.
Por último, Asesor/a en NEAC es una formación más extensa que te acompaña en una transformación integral, trabajando en todos tus cuerpos (físico, emocional, mental, energético y espiritual) para alcanzar un bienestar pleno y poder aplicar estas herramientas, si lo deseas, con otras personas en consulta.
Hay muchos otros caminos para hacer el cambio. Cada persona tiene el suyo. Las formaciones que yo te ofrezco no son ni mejores ni peores que otras. Son una propuesta que te hago con la que puede que resuenes si encajan en tu camino ahora.
Si piensas que puede ser así, escríbeme. Me encantaría formar parte del cambio que quieres hacer en tu vida.
Y cuéntame en comentarios, ¿qué prepararías si Dios se sentara a tu mesa a comer? 🌻
Un abrazo,
Aroa
Nos encanta escucharte, eres una fuente de sabiduría y de inspiración para nosotros 💜. Un abrazo, hermosa!